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Editorial
Fisioteràpia al dia
EDITA
Il.lustre Col.legi Oficial de Fisioterapeutes de la
Comunitat Valenciana
DEGÀ
D. Juan López i Boluda
COMISSIÓ DE PREMSA
Director:
José Àngel Gonzàlez i Domínguez
Subdirectora:
Marta Aguilar Rodríguez
Directora tècnica:
Elisa Aguilar i Plà
Delegacions:
Sergio Hernández i Sánchez
(Alacant), Vicenta Díaz (Castelló),
Eva Segura i Ortí (València)
PRECOL.LEGIATS
Paula San Ruperto i Ferrer, Noemí Valtueña i
Gimeno
REDACCIÓ
Elisa Aguilar i Plà, Álvaro Vilanova i Giner, Jaime
Gascó i López de Lacalle,
UNIVERSIDAD DE VALENCIA: Marta Aguilar
i José Casaña - UNIVERSIDAD CATÓLICA DE
VALENCIA: Jorge Alarcón - UNIVERSIDAD
CEU-CARDENAL HERRARA: Juan José Amer,
Gemma Biviá i José Lendoiro - UNIVERSIDAD
CEU-CARDENAL HERRERA (ELCHE):
Yolanda Noguera - UNIVERSIDAD MIGUEL
HERNÁNDEZ: Mª Carmen Lillo i Emilio Poveda
COMISSIÓ CIENTÍFICA
Felipe Querol i Fuentes
Manuel Valls i Barberà
Javier Montañez i Aguilera
Marisa Bataller i Richard
José Vicente Toledo i Marhuenda
José Lendoiro i Salvador
Arancha Ruescas i Nicolau
COL.LABORADORS
José Vicente Benavent, Manuel Ávila, José Lendoi-
ro, Jaime Duato, Efraín Huerga, José Ángel Gon-
zález, Antoni Font, Elena Costa, Arancha Ruescas,
Javier Martínez, Marta Aguilar, José Polo, Vicente
Benavent, Pedro Rosado, Esther Rosado, Mª José
Llácer, Mª Pilar García, Julia Navalón, Rosa
Navarro, Santiago Pérez, Jaume Duato, Antonio
José Luna, Tatiana Oltra, Ana Isabel Mateos,
Esther García.
PORTADA
ICOFCV
REDACCIÓ I ADMINISTRACIÓ
C/ San Vicent Màrtir, 61 pta 2
C.P 46002 VALÈNCIA
T: 96 353 39 68
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Depòsit Legal: V – 1930 – 2001
ISSN: 1698-4609
L’ ICOFCV no es fa responsable de les opinions expressades
pels seus col·laboradors en els articles publicats en esta revista.
Tots els articles es publiquen en funció de la llengua en què
és presentat l’original pel seu autor.
¡Quiero ser mayor! ¡Ya me toca!
Cuando un día nos dimos cuenta que habíamos crecido y que queríamos que nos tratara
nuestro entorno como una persona mayor, es decir, que nos hicieran caso las personas
más mayores cuando razonábamos con ellos, que nuestros coetáneos nos vieran como
personas que habíamos crecido como ellos, o que algún desconocido nos tratara con el
respeto de una persona que ha dejado los juegos de niños por el compromiso de un adul-
to, nos encontramos con la sorpresa de que no todos opinaban lo mismo de nosotros. O
no nos creían o no les interesaba creernos.
Los unos, no nos creían porque ni tan siquiera se habían dado cuenta que ya no éramos
los niños que ellos pensaban. Y los otros (los menos) tenían miedo porque nuestras nue-
vas ideas o formas de actuar y razonar, si eran aceptadas por los demás, podían poner
en entredicho sus aseveraciones, hasta entonces inamovibles.
Pero, al final con esfuerzo y constancia hemos ido demostrándole al mundo lo que po-
demos hacer, y hemos ido haciéndonos un hueco en nuestra propia historia. También
es verdad que hacerse mayor puede generar al principio cierto vértigo porque te exige
un grado de responsabilidad que parece, en ocasiones, muy grande. Pero una vez pa-
sado el susto inicial vale la pena.
Bueno, pues a la Fisioterapia le ha pasado lo mismo. Nos hemos hecho mayores y aún
hay quien no termina de creérselo.
Los unos porque aun piensan que nos faltan conocimientos.
Los hay que curiosamente les tiene miedo a esos conocimientos. Y los hay, por qué no
decirlo, no quieren ejercer esos conocimientos. La comodidad nos ciega.
A los primeros les diría: ¿os parece poco que hemos pasado de ser Escuela Universitaria
a Facultad?; ¿Os parece poco que hemos pasado de ser una carrera media a una supe-
rior como todos los “grandes”?: ¿Os parece poco que el índice de fisioterapeutas docto-
res está en progresión geométrica?; ¿Os parece poco que estamos entre las profesiones
sanitarias con uno de los mayores crecimientos en conocimientos científicos?.
A los segundos les diría que estamos en una sociedad donde la aceptación laboral está
en función de la efectividad y del coste-beneficio y que hay que sumar y no restar. Po-
demos ir juntos todos de viaje, pero si hay alguien que se tiene que quedar, yo no pien-
so hacerlo.
A los últimos les diría. ¡Ya está bien de quejarse de todo! Yo no conozca a nadie que
quejándose se cure. Los que piensan que la profesión del fisioterapeuta siempre será así,
o que mejor es que el médico nos diga “la M con la O: MO”, a tener que responsabili-
zarnos del tratamiento de nuestros pacientes, está equivocado. Hay quien piensa que el
Grado no sirve ni servirá para nada, que siempre trabajaremos de diplomados al servi-
cio de un tercero. Pero la realidad es que la diplomatura académicamente tiene su sen-
tencia de muerte y que las administraciones a medio plazo no van a tener otro remedio
que adecuarnos en el espacio laboral y administrativo adecuado. ¿Y por qué? Porque
podemos demostrar que siendo una profesión altamente cualificada para poder ejercer
una labor de mayor responsabilidad somos financieramente rentables para la Adminis-
tración.
Nuestra profesión ha mejorado y mucho, nos hemos ganado el respeto de nuestra socie-
dad. ¿Pero hemos crecido lo suficiente para tener un hueco de mayor responsabilidad?
Yo creo que sí.
Pero para conseguir ese fin, es necesario primero que nos creamos lo anterior y después
que vayamos y rememos todos en la misma dirección. Estamos en un momento crucial.
¡No lo desaprovechemos!.
José Vicente Benavent Cervera
Diplomado, Grado y Master Oficial en Fisioterapia